La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión.
Hay lugares donde uno se queda, y lugares que quedan en uno.
Vivimos en una sociedad donde mentir se volvió rutina, traicionar monotonía y ser hipócrita es la ropa de hoy en día.
Y así era ella, como la luna, tan sola, tan llena de imperfecciones, pero siempre brillando a pesar de tanta oscuridad.
Te dicen que seas como el agua sin saber que aprendiste a nadar en un Tsunami.
Asombrosamente todavía hay gente que vive de puertas para afuera: un jardín precioso, una fachada preciosa, un interior en ruinas.