La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio tienes que seguir avanzando.

Hay algo de mi sombra en tu sombra, hay algo de mi sueño en tu sueño, hay algo de mi frío en tu invierno.

Valientes los que sueñan aún sabiendo que no regresarán completos.

Del otoño aprendí que aunque las hojas caigan, el árbol sigue de pie.

Antes de juzgar mi vida o mi carácter... Ponte en mis zapatos, recorre el camino que yo he recorrido, vive mis penas, mis dudas, mis risas. Recorre los años que he recorrido y tropieza ahí, donde yo tropecé, y levántate así como yo lo he hecho. Cada cual tiene su propia historia. Y entonces ahí podrás juzgarme.

No hay mirada más sincera que la de un perro.

Dicen que hace falta desorientarse, una y otra vez, para saber quién eres. Y sobre todo, encontrar ese punto cardinal donde todos soñamos con llegar. Y allí, aprender de tus errores, asustar a tus miedos, y disfrutar con tus locuras.

Me dicen tienes la vida por delante pero yo miro y no veo nada.

Siempre hay flores para los que quieren verlas.

La vida es como una fotografía que revelamos de los negativos.

Te convertiste en la luna que no quiero dejar de observar, aquella que brinda un poco de luz a mi oscuridad.

Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente cruzar y qué puente hay que quemar.

La vida es como una margarita todo es cuestión de suerte pero lo importante es empezar bien. 

El camino podrá parecerte largo, pero más largo será si no lo caminas.

Sentada al borde de mi propio abismo, me prometo no dejarme caer.

¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?

Donde hubo fuego y aunque no queden ya cenizas siempre mirarás y recordarás que algo ardió.

Las ciudades son libros que se leen con los pies.

Uno puede ser de todo menos mal agradecido con las únicas personas que lo acompañaron en los peores momentos de la vida.

Por eso doy las gracias a mis padres, porque gracias a ellos, ayudándome y apoyándome, hoy puedo estudiar lo que me gusta.

A veces, para lograr el equilibrio hace falta aprender a pararse sobre las piedras del camino. 

Los colores son la sonrisa de la naturaleza.

La costa es la más larga línea de soledad del Universo. 

                                       

Y justo cuando la Oruga pensó que era su final, se transformó en Mariposa.

Sé que todo lo que ves ahora es un caos, pero atrévete a seguir mirando porque pronto verás brotar universos. 

Soy las heridas que he tenido y los golpes que he recibido. Soy las decisiones que he tomado y las oportunidades que he perdido. Soy lo que he aprendido, lo que la vida ha hecho conmigo, y también soy lo que yo he decidido ser. Soy lo que soy por las cosas que viví y pasé. Ya no soy nada de lo que era en el ayer, porque más que los años, son los daños los que nos ayudan a crecer y a aprender.

Si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba.

Él más alto que ella, altura perfecta para que ella pueda escuchar como se acelera su corazón, altura perfecta para que él pueda besar su frente.

Es inevitable no querer vivir con esa sed de conocer nuevos lugares.

La gota de agua perfora la roca, no por su fuerza sino por su constancia.

La vida es como una margarita todo es cuestión de suerte pero lo importante es empezar bien.

Tengo que decirte que lo nuestro se acabó. Ya he tenido suficiente. Ya me has frenado en demasiadas ocasiones y no estoy dispuesta a aguantar esta situación ni un minuto más.

Además, he conocido a otros mucho más interesantes que tú. Se llaman confianza, ilusión y esperanza. Así que me despido porque me voy con ellos.

La felicidad en la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y algo que esperar.

Florecer exige pasar por todas las estaciones.

Un día despertarás y descubrirás que no tienes más tiempo para hacer lo que soñabas. El momento es ahora. Actúa.

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha.

El mundo sería un lugar más agradable si todos tuvieran la capacidad de amar tan incondicionalmente como un perro.

Lo más bonito de estar enamorado es el silencio. Ese silencio que se crea cuando dos persona se miran a los ojos. Porque sabes que digas lo que digas, aunque intentes decirlo de la forma más espectacular posible, jamás nada podrá acercarse a explicar cómo te sientes. Y supongo que eso  es el amor: sonreír callados.

Ella caminaba y decía que los ayeres nunca podrían convertirse en mañanas; que cuando el reloj se rompe de nada sirve darle cuerda; que hay flores que duran un verano porque la vida es así, y de nada vale ahogarles en agua si ya es invierno.

Cada vez llego más y más alto, y oigo cómo cruje la estructura del columpio.

—Ten cuidado — dice.

—¿Por qué?— No estoy pensando en tener cuidado. Estoy pensando en un último empujón en soltarme, en salir volando y caer.

—No puedes morirte sin mí— susurra.

Los domingos están llenos de gente mirando con nostalgia por la ventana. Los domingos están llenos de recuerdos.

Nunca estés a solas con tus pensamientos porque ellos son los que tienen el poder de destruirte de la manera más dolorosa. 

Hoy elijo caminar con la certeza de que cada decisión tomada es un paso hacia la paz, la felicidad y un destino mejor.

Nadie es demasiado bueno, todos tenemos un lado oscuro.

¿Qué clase de horrible lugar es este?

— La realidad.

¿Te has preguntado alguna vez cuánto tiempo cuesta cambiar tu vida? ¿Qué medida de tiempo es suficiente para alterar tu vida? ¿Puede cambiar tu vida en un mes, en una semana o en un solo día?  Siempre tenemos prisa por crecer, por ir a sitios, por seguir adelante. Pero cuando eres joven, una hora puede cambiarlo todo.

No somos

Hace varias lunas que ya no somos noches. Hace tantos días que dejamos de amanecer.

                                                                                                                                         

Hace tiempo que para mi el frío no se mide en grados, sino en kilómetros. Cuanto más lejos estás más siento el invierno.

Sé que nadie nos enseña a sonreír, que hay días que resulta difícil, que pesa demasiado el dolor. Pero ¿sabéis una cosa? Tampoco nos enseñaron a llorar. Elige qué aprendes.

Siempre recordaré a la primera persona que trajo el sol cuando mi cielo se oscureció.