miércoles, 21 de diciembre de 2016

Mirada

Estaba tan acostumbrada al dolor que cuando alguien quiso hablarle de amor, escapó. Eligió lo cotidiano, infectarse de lo vano, teñir de gris los sentimientos y las paredes de su cuarto. Se sentía pequeñita sin una pizca de nada, dejó de creer en ella y en los cuentos de hadas.
Pero un día cuando menos lo esperaba se tropezó con una mirada que le llenó la vida de colores y destruyó de golpe sus temores. Entendió que el amor llega cuando le da la gana, que no pide permiso ni necesita palabras, que todo puede cambiar de la noche a la mañana, que se puede renacer en una mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario