Los tiempos malos vinieron. Vinieron porque te habías olvidado de lo fuerte que eres, vinieron porque necesitabas darte cuenta de que nada en la vida se consigue sin esfuerzo. Vinieron para que ahora valores más a la gente que te rodeaba y que no viste, vinieron para hacerte ver quien es realmente tu enemigo. Pero no vinieron para quedarse. Se irán cuando tú decidas que es el momento, de subir esa cuesta que ahora es tan empinada. Y cuando la subas, y llegues a la cima, grita. Grita para que sepan que deben irse. Grita para hacerles ver, que estas esperando que vengan los buenos.
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